Los juegos de azar y las apuestas en línea son una industria en constante crecimiento a nivel global. Entre los mercados en mayor alza se encuentra LatAm, el cual presentó un movimiento aproximado de 10 mil millones de dólares solo en 2022 (American Market Intelligence, 2023). Lo antes expuesto va de la mano con un auge significativo de inscripciones de nuevos usuarios.

Para sobrellevar de manera óptima este considerable crecimiento, muchos de estos operadores de casino y salas de envites deportivos —como Vulkan Vegas casino— se afilian a programas y pautas de juego responsable y seguro. ¿De qué se tratan estos esquemas?, ¿qué más se puede hacer para garantizar la sanidad del entorno dentro de los casinos en línea? Reflexionamos sobre estas cuestiones a continuación.

La necesidad de regular el ingreso de los jugadores a casinos online

Los juegos de azar están presentes en la cultura como actividades de entretenimiento y ocio desde tiempos muy antiguos (infocop.es, 2013). Estos han evolucionado conforme se han ido transformando las sociedades a lo largo de los siglos. Desde la década de 1990 hasta nuestros días la pauta la han marcado los juegos en línea, llegando a superar con creces a los salones presenciales en cuanto a número de jugadores activos y cantidad de dinero movido.

Y es que jugar por internet otorga múltiples ventajas: se está más cómodo en remoto, es posible ingresar en cualquier momento del día, se ahorra dinero, hay mayor variedad de juegos disponibles y se garantiza el anonimato. Sin embargo, es más difícil para los operadores supervisar quienes entran y salen de las plataformas de juego, así como gestionar la exclusión de jugadores.

De acuerdo a las leyes de la mayor parte de los países se prohíbe la entrada a estos sitios a menores de edad y, generalmente, los operadores hacen cumplir dicha norma exigiendo documentos de identidad a la hora de validar cuentas y/o métodos de pagos y retiros. Esta metodología, no obstante, no es suficiente en otros casos de personas vulnerables, como lo son aquellos que presentan problemas de adicción al juego y apuestas.

El caso del juego compulsivo o problemático

La ludopatía es descrita como la dificultad o imposibilidad para dejar de apostar, sin importar las repercusiones que pueda traer este comportamiento al bienestar del individuo (Mayoclinic.org, 2022). Se trata de un trastorno grave que tiene consecuencias negativas en la salud mental, el entorno familiar, el desarrollo profesional, la estabilidad financiera e incluso la situación legal de quien lo padece. 

El juego compulsivo está reconocido como enfermedad mental por la Asociación de Psiquiatría Americana desde el año 1980 y por la Organización Mundial de la Salud desde 1992 (Pnsd.sanidad.gob.es). No todos los jugadores desarrollan conductas compulsivas, pero es una realidad que el juego se asemeja al alcohol u otras drogas en el sentido de que estimula el sistema de recompensa del cerebro, lo que puede generar adicción.

Ante los casos de jugadores que apuestan compulsivamente, los casinos presenciales, por lo general, toman la medida de excluirlos temporal o definitivamente de los establecimientos. En las plataformas de juego en línea se incita a la autoexclusión con los programas de Juego Responsable.

El Juego Responsable, ¿qué significa?

Cuando se habla de Juego Responsable se hace referencia a un conjunto de iniciativas que buscan promover conductas de juego seguras, que no afecten negativamente a quien las practica. Estas surgieron de la colaboración entre los operadores de juegos de casino y la administración pública, en países como España donde los juegos de azar en línea están regulados por la ley (Cejuego.com, 2022).

Las acciones contempladas por el Juego Responsable recaen directamente sobre el jugador, quien es, en última instancia, el que debe afrontar la decisión de seguir o no patrones de juego saludables. De parte de los operadores y las empresas privadas se demanda que tomen medidas como:

  • La identificación de los jugadores por medio de documentos a la hora del registro para controlar el acceso de menores de edad;
  • La propaganda interna sobre los problemas de la adicción al juego y la invitación a la autoexclusión; 
  • La elaboración de campañas de sensibilización y concienciación para los repartidores, operadores de atención en línea y otros empleados de los casinos en línea con el fin de que identifiquen y reporten a jugadores problemáticos;
  • La disposición de información pertinente en la página sobre centros de ayuda, canales y organizaciones para personas con problemas de adicción al juego.

A lo antes descrito se suman otras que se consideren pertinentes. Vale aclarar que ninguna de estas medidas evita de manera definitiva que las personas que padecen ludopatía o son vulnerables ingresen a portales de juegos de azar y apuestas online. 

¿Qué sucede en Perú?

Para que sean aplicadas políticas de Juego Responsable de forma sistemática en todas las plataformas de juego en línea es necesario que estas estén reguladas. Hasta el año pasado, no existía ningún instrumento legal que abarcara el juego online en Perú. 

Si bien las apuestas presenciales estaban contempladas en la ley Nº 27.153 de la Dirección de Juegos de Casino y Máquinas Tragaperras, no ocurría lo mismo con la versión web, que se encontraba de libre acceso bajo regulaciones de organismos internacionales.

Esta situación está cambiando. En agosto de 2022 fue promulgada la ley 31.557 que se encarga específicamente de normar los juegos y las apuestas deportivas a distancia en Perú (Focusgn.com, 2022). Este es un primer paso hacia la adhesión a políticas de juego responsable como exigencia para operadores online. 

Luciana Pilco

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